Oscar Wilde dijo:
“El arte de la música es el que más cercano
se halla
de las lágrimas y los recuerdos”.
Rusty Andecor añadió:
“La
música está repleta de lágrimas y sonrisas,
de suspiros y de risas”.
Porque no olvidemos que… el
corazón humano, entre suspiros, llantos y sonrisas, busca la eterna felicidad. Se pasa más de la mitad de su vida
intentando averiguar en qué lugar vive, dónde camina, qué tonalidad adopta cada
uno de sus amaneceres. Busca... con tal desvarío, tan atropelladamente y –a
veces- con tal desesperación, que no se da cuenta que desperdicia lo mejor de
los seres humanos con los que tropieza; porque el sabor, el aroma y el
color de la vida que les impregna a
todos ellos, tal vez, se difumina a su paso. Y sólo nos salva el milagro de ese momento que se produce cuando rompemos en un desgarrador llanto, frustrados, por
nuestra ceguera y nuestra terquedad, y en el que nos encontramos con la magia de
quien nos enseña a ver esos colores y a sentir ese aroma y esos sabores que ya
no recordábamos que podían existir. Es entonces, y en se instante, cuando la generosidad de ese ser humano, que nos detiene en nuestro camino, cuando el magnetismo y también el
calor que se produce por la cercanía de nuestros corazones, cuando conseguimos
que esa lluvia que cae desde “el cielo de nuestro
destino” nos empape de
felicidad.
Y esa es, precisamente, una historia que suele reflejarse,
frecuentemente, en los temas de mi colección "La música más hermosa del mundo"; es la historia que se sucede entre Holly y Paul, la de la película Desayuno con diamantes. Y es que, la
sofisticación del personaje Holly del film, al igual que el de mi "eterno cuento" musical, se torna inocente y
frágil, unas veces, e imaginativo y alocado, otras. Porque esa es también la
destello que describo en ocasiones en mis páginas, con la pluma de "imaginador de cuentos". La
de una figura que parece reflejarse en el lado oculto de mi espejo, y de la
que, tal vez, “cualquier parecido con un personaje real es pura
coincidencia”, Lo cierto es que ese personaje también va
buscando la eterna felicidad, con la misma expresión angelical de Audrey, a través de Holly. Y en su búsqueda,
a veces, se detiene en Tiffany´s, porque “nada malo puede le ocurrir allí”, en ese castillo de ilusiones; como
nada malo le puede ocurrir al personaje de mi relato musical cuando se deja
arrastrar por esa idílica aventura en un fantástico y lejano país, la que cuento en el libreto de los temas del álbum; porque
siempre existirá la generosidad de ese ser humano, casi mágico, de ese amigo que velará por
ella. El encanto, la
sutileza y la dulzura de Audrey (que es la misma Holly) es, quizá… idéntico que el de mi dama oculta, la que aquí queda pintada a través de este “retrato
musical”.
El tema que describe el carácter del doble personaje y su "pintura" se llama "Moon River”, que pertenece a la BSO de la película “Breakfast at Tiffany´s”, compuesto
y orquestado por Henry Mancini. Para mí, es una deliciosa obertura musical que abre este "sexto volumen" de la colección; ciertamente, uno de los temas que mejor dibujan e identifican la esencia “la música más hermosa del mundo”. Pero, sobre todo, es el "Love theme" de la romántica y bella historia que describe la mítica película.
"Las personas se pertenecen las unas a las otras, y es su entrega mutua la clave del secreto de nuestra felicidad. |
Pienso que es importante calar un poco más en la filosofía más oculta del film y en el color de su música. Y es importante llegar a la interpretación de mi propio mensaje. Recordemos en el film, que Paul le decía a Holly: “Las personas se
pertenecen las unas a la otras, porque es la única forma de conseguir la
felicidad; no importan donde vayan. ¡Siempre acabarás tropezando contigo
misma!”. Entonces Holly se aleja de su amigo encuentra a su “gato” bajo la intensa lluvia, que también se había perdido, que para mi
era como su propia suerte, y encuentra también, de nuevo, a su amigo. Lo más importante es
que, quizá, ella se ha encontrado a sí misma, como se encuentra “a sí mismo” el eterno personaje de los cuentos de mi álbum. El abrazo en que se funden esos dos seres perdidos y atormentados
en la película, bajo la lluvia torrencial que les empapa, es el mismo abrazo
que los personajes del relato musical del álbum, que se prodigan bajo la forma, intangible pero
cálida y generosa lluvia que cae del cielo de sus destinos. La música de "Moon River" nos permite identificar el alma y el significado de la hermosa historia.
"Desayuno con diamantes" es un film del año 1961, dirigido por Blake Edwards y protagonizado por Audrey Hepburn y George Peppard, y que obtuvo dos Oscar por la música y canción de la banda sonora, precisamente compuesta por Henry Mancini.
Y qué mejor final para este homenaje musical, dedicado al tema que envolvió el "sexto volumen" de la colección, que escuchar "Moon River" en la voz de la propia Audrey Hepburn. Estaremos de acuerdo en que oyendo la canción, podemos entender que hemos "contemplado" una de las escenas más bellas del cine y que habremos escuchado un trocito de "la música más hermosa del mundo".
Y qué mejor final para este homenaje musical, dedicado al tema que envolvió el "sexto volumen" de la colección, que escuchar "Moon River" en la voz de la propia Audrey Hepburn. Estaremos de acuerdo en que oyendo la canción, podemos entender que hemos "contemplado" una de las escenas más bellas del cine y que habremos escuchado un trocito de "la música más hermosa del mundo".
Ángel González "Russty Andecor"