Enmarcadas en esa mágica lámina, y que cuelgo de mi propio "Café de París", aparece dibujado el escenario que suelo encontrar en mis sueños. Sólo hace falta ponerle "la música que yo quiero" |
"Podrías privarme de la ilusión de oír
el sonido de tu voz o de ver aquellas palabras dibujadas, con las que sueño y que salen de tu corazón.
Podrías privarme del rubor de una mirada, del hechizo de un silencio, la
promesa de una cita o la esperanza de un encuentro. Me privarías de la magia de
un suspiro, del perfume de un abrazo, o el sabor y la caricia de un beso. Pero
no podrás privarme de escuchar en el "Café de París"... la música que
yo quiero".
Rusty Andecor
"Encuentro en el
Sena". Su música está basada en una vieja "canción
de amor" noruega dedicada a Anette, la dama a quien se le canta. Sinembargo hay una leyenda fantástica alrededor de ese "encuentro" que se describe en un cuento llamado "La bella dama del Sena" |
Y esa "música que yo
quiero" es... de alguna forma... el "love theme" de
toda la obra musical. Fue el tema que dio carácter al "tercer
volumen" del álbum "La
música más hermosa del mundo" y que, con el título de "Encuentro en el Sena", extraje de una vieja "canción de amor" noruega
que en 1930 cantaba por la radio y grabó Rita Drangsholt. La
canción se llamaba "Anette", que después se
popularizó como un "lied" en Alemania y que llegó a
cantar la propia Marlene Dietrich, bajo la letra con una triste
historia de amor. Finalmente, el acordonista y arreglista Jan
Holland, afincado en París, lo versionó tal y como puede oírse en el
vídeo cuyo montaje subí a Youtube con el título de "Encuentro
en el Sena" (clic), aunque el tema se había convertido
años atrás en una leyenda musical para los acordeonistas que lo interpretaban
como un vals en los lugares más bohemios y próximos al Sena, y con el que se
recordaba también a la desafortunada historia de unos enamorados que
desaparecieron allí en "La
Seine". (Clic en el título "Anette" para reproducir desde Spotify la canción original de Rita Drangsholt)
Pero, además de estar incluido en el "volumen 8" del álbum, también formó parte de esa "música
que yo quiero" el mismo tema "Anette" que
versionó e interpretó al piano mi sobrino Carlos González, productor musical y editor discográfico de "Estudios de grabación
Piccolo", y que bajo el título "La
belle dame de La Seine" (clic) se puede reproducir en el enlace del
mismo.
Y aparte de esta introducción musical que sirve de presentación, significativa de mi obra,
me fascinó incluir en el doble álbum "Café
de París" algunos
temas con "sabor
parisino", piezas simbólicas de esa leyenda que nos recuerda el bello París, la ciudad de la
luz y del amor, porque sentí que me devolvía el mensaje de otras épocas que me
hacían ensoñar en el hechizo de sus escenarios. Añadí, en la segunda parte de este "Café", algunas reliquias de acordeón, si no las que mejor
representaban ese popular estilo "musette", sí en cambio
las que evocaban aquel singular peregrinaje parisino "con olor a calle estrecha,
absenta, simbolismo y bohemia, en donde a menudo asoma la desesperanza y el
desamor".
Y entre esas viejas piezas, sería justo evocar algunos de los más clásicos
acordeonistas, como Tony Murena o Louis
Peguri, del que podemos
escuchar "La
Piémontaise"; o también, las más contemporáneas, como "La
Roulotte" de Louis Corchia o "Place
Montmartre" de Jean Corti;
incluso alguna versión del vals "Mon Amant de St. Jean", del que
vemos aquí la interpretación que hace el cantante francés Patrick Bruel. Y
todas ellas, para traernos el sentimiento de la estampa de un París ensoñador y
bellísimo.
La "River Seine" es también escenario de esa música de valses y musettes que interpreta la bohemia del "accordion". |
Todos ellos, los de esta segunda parte
del "Café de París", son
temas con los que he querido hacer justicia a un derroche imprescindible
de musettes y valses, con sabor a la
brisa y al perfume de esa música de París. Luego, hay una dedicación
esmerada y empapada de mi íntima sensibilidad hacia esas
bandas sonoras cuya clave, también aromática, tanto ha pretendido significar lo
que yo he llamado "La música más hermosa del mundo".
Quienes tuvieron ocasión de escuchar este doble álbum (volúmenes 8
y 9 de la colección), seguro que contemplarían mi evocación a ese aire y
ambiente de un París con sabor al viejo acordeón y a los recuerdos de un Sena
que, a veces, suele aparecer en el cuento de mis sueños y que intento
escenificar en la fantasía de mis microrrelatos, los que reproduzco en el
libreto de esa parte del álbum.
"La belle dame de La Seine" se apresura por las calles de París para llegar a su "encuentro en el Sena" . Lleva consigo su equipaje cargado de ilusión, de sueños y de su destino. |
Quiero resaltar
que el tema que he quedado aquí, como representativo del color y carácter del
álbum, "Anette" o "Encuentro en el
Sena", es la pieza melódica, simbólica por excelencia, que
contiene esa estampa de sentimientos y colores, con el que he pretendido
inundar el álbum en su totalidad. En mi fantasía, relatada en el subtexto de
algunos temas, es la representación pictórica más evidente de una secuencia que
escenifica "un encuentro en las orillas del Sena". Es
el "Love Theme" de una imaginaria
película que podría haber titulado "Música Paradiso", como
admiración y tributo al genial film comentado en una crónica reciente.
En cuanto al tema "La belle dame de La
Seine", versión adaptada de "Encuentro en el
Sena", con arreglos e interpretación de Carlos González,
es un homenaje al tema de amor del álbum y a la escena de ese
"encuentro". "El
tema describe -extraigo de mi libro Café de París- el mundo maravilloso que cabe en la sonrisa que escapa de lo más
profundo del corazón, cuando quien nos la muestra nos sugiere su ilusión, su
sincera generosidad, su amor y el deseo de envolvernos con la intensidad de sus
sueños". Una bella
música que interpreta Carlos con un piano Pleyel de
principios del siglo pasado y de origen tan parisien como el
mismo sabor de aquel nostálgico "encuentro en el Sena",
en una versión acústica y con un estilo tan romántico que nos hace pensar que
el pianista (mi sobrino Carlos) supo ser cómplice de los
sentimientos de quien conoció el significado de aquella scène sur la Seine.
Finalmente, recordar la dedicatoria que hice, hace años en mi
publicación, y que renuevo ahora, igual que entonces: "La música
del Café de París y la fantasía de su "literatura", está
dedicada a quienes gustan de
"colarse" en el café de su ilusión, a través de la "puerta de
los sueños", la que les lleva a
escuchar aquella melodía que guardan en su recuerdo y que puede imaginar en su
"vieja caja de música" o en este...
Rusty Andecor
Reseña biográfico-musical en la sección de "Músicos y compositores", a la derecha.
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