Incluso hay algo más en el mensaje de la música, cuando se interpreta al piano, que transmite el sentimiento que emana de la cercanía y la pasión de quien te está sugiriendo, quizá suspirándote. |
"En la música es acaso donde el alma se acerca más al gran fin por el que lucha cuando se siente inspirada por el sentimiento poético: la creación de la belleza sobrenatural".
(Edgar Allan Poe).
Y aunque la música describe los sentimientos que brotan del corazón, como lo hace la poesía, y como dijo Matthew Bellamy, "Hay algo en la música que obviamente está más allá del lenguaje mismo. Es comunicación en su forma más pura". Y yo pienso que "Hay algo en el mensaje del piano, más allá de la misma música, que describe lo que ya no puede transmitir ni siquiera un suspiro, una lágrima, una sonrisa... ni siquiera un beso de amor".
De cualquier
forma, en la música, para conseguir la fidelidad del mensaje que se crea en la
imaginación, desde el talento que más o menos se puede tener, con las notas y
acordes que se interpretan, es necesaria la inspiración,
es decir, ese estímulo que aparece en la capacidad creativa y que da como resultado lo más
parecido a una genialidad o, al menos, a una obra fiel a lo que pudimos imaginar. Y... ¡qué mejor! para describir esa emoción, la de la inspiración,
que el tema "Inspiration", de Philippe Rombi, perteneciente a la BSO de "Angel". Por
cierto, tema éste que incluiré en el "Volumen
14", un especial que ya he subtitulado como "La evocación". Pero también es necesaria otra otra clase de inspiración, y es aquella con la que nosotros interpretamos la música que nos llega de su autor; es decir, la impresión con la que escenificamos en nuestra imaginación el mensaje que inicialmente nos transmitía esa música. Tal es así, y como ejemplo, la sensación que le producía a Juan Garodri, según me comentaba, era la de "estar junto a la orilla del mar, sintiendo la sensación gratificante y magnífica del manso ir y venir de las olas", mientras escuchaba "la suavidad de las notas del piano, con que empieza el tema, para adentrarse poco a poco en la ensoñación y en el recuerdo". O la emoción que a mi, en cambio, me transmite ese poema musical llamado "Inspiration" y del que me llega, intensamente, una nostálgica evocación que se queda, precisamente, allá en el tiempo, con todas sus escenas del pasado. Es esa la evocación con la que he subtitulado ese "volumen 14" de esta obra literario-musical.
He querido seguir en este "Volumen
12" de "La
música más hermosa del mundo", la primera parte de un álbum al que
puse el nombre de "La
niña del vestido blanco", y
en el que encontré esa inspiración que aparece, en ocasiones, cuando te
dejas llevar por la vehemencia y el entusiasmo de la imaginación, cuando
escuchas esa música que te transmite el mismo sentimiento que ya percibías en
el alma. Pero... es ahora, en los temas que interpreta el piano en los que he
querido detenerme, porque hay algo en su mensaje, que no creo
encontrar en la impresión que me produce la música de otros instrumentos o de
la conjunción y armonía de algunos de ellos. El lenguaje del piano me parece, a
veces, igual que lo hace el violín o cello, como el de una persona muy afín a ti, que tienes muy de cerca y que te
habla con el corazón, puede que con la intimidad de sus sentimientos.
Finalmente, y volviendo al marco en el que se escenificaba el
personaje del mago "encantador" del
cuento, podemos percibir, en la interpretación musical del tema "Opus 23", el sentimiento de
abatimiento por el desengaño que había sufrido el viejo mago. Es algo muy
parecido a la descripción que quiere reproducir parte de aquellos versos que
una vez escribí:
En la interpretación, aquella que hacemos nosotros de la música que nos llega del autor, influye el mensaje oculto, aunque sugerente de esa fantasía que aparece en la escena cercana. |
Pero el piano tiene también su halo de misterio, tiene ese mensaje
oculto, pero sugerente, porque se acerca en su insinuación a la escena que en
ese momento se representa en tu fantasía. Es el ejemplo del tema que incluyo a
continuación y cuyas notas no hacen más que... sugerir la representación de ese
escenario.
Se trata del tema “Opus 23”, de Dustin O'Halloran,
de la BSO de “Marie
Antoniette“. Y es que aparte de las consideraciones que hice anteriormente
sobre "la inspiración" y la emoción que expresa la interpretación de
una determinada partitura musical, tuve otros motivos para elegir el tema. Primero, quise hacer un homenaje al sonido único y
de "acústica romántica" de Pleyel, el piano con el
que O´Halloran interpreta este tema, el mismo con el que el
compositor y pianista Carlos González (mi sobrino) versionó el
tema "Anette", que yo subtitué “Encuentro en el Sena” y lo convirtió, porque yo se lo
sugerí, en el tema “La belle dame de La Seine”, como icono
y “Love theme” de la Colección.
Pero, también
porque Pleyel fue piano con el que solía interpretar Liszt y Chopin su
estilo más romántico. Chopin decía: “Cuando percibo
que siento energía y fuerza suficiente para encontrar mi propio
sonido necesito un piano Pleyel”.
Al parecer, Chopin gozaba de su plenitud cuando tocaba su piano Pleyel, junto a George Sand. |
“Siento abatirme en mi desengaño,
todo me abruma, sin esperanza,
ya no hay colores, en azul cielo;
solo hay distancia y un gran silencio,
se ha ido la vida, se ha muerto el sueño”.
solo hay distancia y un gran silencio,
se ha ido la vida, se ha muerto el sueño”.
Y en cuanto al último tema que hoy he incluido en esta crónica musical, se trata,
precisamente, de “End Title” ("Título final"), de Clint Eastwood de la BSO “Changeling" ("El intercambio"). En este pequeño poema, el piano inunda la melodía
de nostalgia, y acompañado de la cuerda, dibuja luego en mi fantasía la fascinación de esos
sueños que nos tientan en el alma y, a veces, nos llevan al universo del olvido, o incluso al abismo. Que decía Rusty, "el amigo del viejo mago":
Cuidado con los sueños y su hechizo, sus sirenas, que de azules se nos visten, confortando nuestras penas, y entre música y sus cantos, nos torturan las esperas. |
Pues cuidado con los sueños
que nos cantan las sirenas;
con su encanto nos seducen,
y se sirven de su embrujo,
y nos miran ruborosas,
pues se saben son hermosas.
Y acarician, zalameras,
consolando nuestras penas,
que gozando de su abrazo
y del jugo de sus besos,
nos perdemos en sus mares,
y en sus locos solazares,
que de tantas ilusiones
nos perturban nuestra espera.
(Los dos poemas en azules, de mis versos "cursis y empalagosos": "Versos al atardecer")
Por lo que se
refiere a los films, de los que hemos extraído sus bandas
sonoras,
"Angel", película francesa de Francoise Ozon, producida en 2007 y con
música de Philippe Rombi, ya la mencionamos en la crónica anterior, a propósito
de otro de sus temas. En cuanto a "Marie-Antoinette", producida en
2006, es una película de Sofia Coppola, con algunos temas del compositor Dustin
O´Halloran. como el que nos ocupa aquí. Finalmente, "El intercambio" (Changeling), un
gran trabajo de cine dirigido por Clint Easwoold, producido en 2008 y
protagonizado nada menos que por Angelina Jolie, y cuya banda sonora es del
mismo Clint Easwood, lo que podría sorprender a quienes no conocieran entre sus
prolíficas dedicaciones al cine, sus incursiones en la música para sus bandas
sonoras y en sus interpretaciones al piano.
Clint Easwood, el prestigioso cineasta americano, también compositor y pianista, ha facturado excelentes trabajos de música para el cine. |
Una gran frase fue aquella de Edward Elgar:
"Mi idea es que hay música en el aire.
La música nos rodea, el mundo está lleno de ella y cada cual simplemente toma la que necesita".
Y si aquella otra frase de John Lennon, aquella de su canción "Strawberry Fields Forever", la que decía "Vivir es fácil con los ojos cerrados", la compagináramos con la cita anterior de Elgar, podríamos hacer esta reflexión: "Cuando leemos ese libro que nos lleva a la distracción de nuestra mente y a la calma de nuestro espíritu; y cuando, después, cerramos los ojos y dejamos que la imaginación escenifique nuestros sueños, entonces... lo mejor para encontrar un momento de placidez y de serena reconciliación... es elegir la música que más fácilmente entiende nuestro corazón, esa que inunda nuestro silencio y llena intensamente nuestro universo privado".
Ángel González "Rusty Andecor"